jueves, 2 de junio de 2011

Los Fachas también se indignan.


Mira que todo trascurría con normalidad y que gracias a la buena voluntad de todo el mundo, ya solo quedaba aguantar un poco hasta el domingo, irse a la camita después de repartirse el pastel y ver el Telenotícies con los quesitos de colores (Mollerusa: CiU; Santa Coloma de Farners: PSC; Pratdip: CiU…), y a esperar la semana que viene a Wembley y toda la martingala…
¡Pues no, no pueden dejarle a uno vivir tranquilo! Resulta que a cuatro piojosos y dos bomberos se les ha puesto por montera manifestarse pidiendo “democracia real”. ¿Democracia qué? Nos han pillado al traspiés, porque no ha dado tiempo de enviar a los antidisturbios antes de que se organizaran más o menos en serio, y por si fuera poco, debía ser un movimiento organizado por fuerzas oscuras (como los que montaron aquel paripé del Prestige y luego jodieron el 14-M a Aznar, el pobre…), porque han aparecido como hongos por aquí y por allá, ocupando plazas y calles, y cachondeándose y fumando porros y organizando asambleas y jodiéndonos el final de fiesta. Con el Twitter y el Internet y no sé qué más cosas han organizado una protesta global, animados por el libro de un jubilado, cuatro consignas de huelga universitaria y dos chascarrillos del todo improcedentes: “no hay pan para tanto chorizo”, etcétera. Se trata de un ataque contra la paz social.
                Vaya si se trata de un ataque. La Junta Electoral ha decidido que no se podía utilizar la jornada de reflexión para lanzar mensajes políticos y parecía que ahí teníamos la batalla ganada; el Tribunal Constitucional sin embargo, ha dejado bien claro que las concentraciones no son ilegales y que sería improcedente mandar a los de las porras. Al fin y al cabo, todo el mundo está pendiente de España, y no porque haya ganado el Mundial o la Copa Davis. Somos literalmente el ojo del huracán;porque (¡no te lo pierdas!), amparados en la cibered activista que solo esos hippies mal nacidos saben hacer funcionar, han convocado manifestaciones y algaradas en media Europa, desde Londres hasta Padua, desde New York hasta Montpellier. Para más choteo, allí donde hay un consulado español (que es como tener un florero delante de la ventana), allí se han concentrado los melenudos y melenudas a tocar la pera con sus reivindicaciones. Casi me da un síncope cuando he escuchado en la BBC que se hablaba ya de “Spanish Revolution”. Ha habido algún indocumentado en la prensa que ha hablado de “momento histórico”. Se va a enterar ese gilipollas de lo que es un momento histórico cuando lo pongan de patitas en la calle; la próxima crónica la va a escribir para La Farola.
                Democracia real. Habrase visto. He estado informándome en Wikipedia. ¡Pero si ya hay democracia real!¿Les parece poca democracia real que a un pobre incauto como Strauss-Kahn le hayan arruinado la carrera política por intentar follarse a una empleada de un hotel? ¿No prueba eso que los todopoderosos a los que esos melenudos y melenudas acusan de impunidad no siempre salen triunfantes de sus fechorías y pagan los delitos como que hay Dios? ¿Y Bin Laden? ¿No obramos con mano dura, con precisión quirurgica? ¡Si hasta renunciamos a lanzar misiles de crucero sobre el barrio de moros donde se escondía, y tuvimos que mandar al Comando Testosterone para matarlo con los lanzadardos ninja? ¿No recuerdan la famosa foto de Obama y su equipo viendo la aventura por satélite? ¡Qué guapa estaba Hillary! Y ahí viene el problema: a los desagradecidos esos de las plazas y de la antiglobalización, les trae sin cuidado Strauss-Kahn y sus proezas sexuales; Osama, Obama, Hillary y el satélite. Ellos están en otra onda: ¡nihilistas, hijos de papá, que os lo han dado todo hecho y no sabeis apreciar lo que vale ganarse el pan, el Diablo os confunda!
                De momento, sin embargo, no hemos perdido totalmente el control. Bien es cierto que hemos hecho un poco el ridículo. El idiota de Zapatero –al que, total, ya no le queda demasiado tiempo y hay que aprovecharlo para despejar el terreno- ha salido diciendo que el Ministerio del Interior obrará con cautela y buen hacer. Los de las plazas han seguido erre que erre. No se puede tratar con gente que no sabe leer entre líneas. Con los controladores fue más fácil: les amenazamos con congelarles el sueldo durante un día y las pérdidas eran inaguantables; les dijimos que podíamos traer controladores de Kazajstán y se acojonaron. ¿Pero de qué serviría traer melenudos de Kazajstán, si están todos conchabados, coño, si es que es una Internacional del Terror? Le hemos dicho a Pío Moa y a Fernando Savater que, cada uno por su lado, escriban un artículo de fondo sobre el caos durante la Segunda República, el dogmatismo de las ikurriñas, el autismo de la juventud; en fin, no ha hecho falta decirles más, son gente que ha nacido con el dardo en la palabra. Pero me temo que no va a servir de nada: los melenudos no son republicanos, no son vascos, no ven Libertad Digital sino es para cachondearse y puestos a leer a Savater, prefieren a Amador que a Fernando.
Así que tú me dirás como lo arreglamos esto, a dónde vamos a parar…